1.-
INTRODUCCION
Las armas ligeras son armas de fuego que pueden
ser transportadas y descargadas por una persona, al contrario que las armas de artillería.
Por extensión, también se incluyen en esta categoría las armas automáticas que
se desarrollaron a partir de las portátiles como las ametralladoras, que usan
la misma munición que los fusiles militares o como las ametralladoras de mayor calibre.
Dado que la frontera entre las armas cortas y la artillería
es tan difusa, cada uno de los cuerpos militares define un calibre arbitrario a
partir del cual se habla de artillería. Los límites cambian con el tiempo. Estas armas no tienen una definición
estricta pero por lo general incluyen rifles, pistolas, revólveres, fusiles,
ametralladores ligeros y ametralladoras.
Las primeras armas cortas que aparecieron
fueron modelos en miniatura de armas de artillería. En
un principio se las llamaba cañones de mano.
Durante el primer cuarto del siglo XIV
apareció el cañón de mano, que no era más que un simple tubo de hierro pulido cerrado en un extremo. En éste
sólo había un pequeño agujero. El tubo se incrustaba en una pieza de madera redondeada para sujetarla bajo el
brazo, se cargaba con pólvora y con una bola de metal y se disparaba metiendo
un alambre caliente por el agujero de atrás. Modelos posteriores tenían una
pequeña depresión en forma de plato, llamada cazoleta,
cerca del agujero de encendido. Ahí se colocaba una pequeña cantidad de pólvora
que se encendía con una mecha, que era un trozo de cuerda mojado en una
solución de nitrato potásico, secado con posterioridad. Esto hacía que se
consumiese sin llama y sin que llegara a apagarse. Pero la pólvora de la
cazoleta era difícil de encender, se humedecía con frecuencia y exigía
precauciones para evitar los disparos no deseados.
2.- MARCO
CONCEPTUAL
Se aplica esta denominación a
las armas o materiales portátiles, ligeros o pesados, que utilizan
proyectiles, pólvora y explosivos. La denominación de "armas de
fuego" se debe a que las primeramente inventadas echaban una llamarada por
la boca del arma.
Dentro de los términos más empleados tenemos a la Balística, ciencia que estudia el movimiento de los cuerpos proyectados a
través del espacio. La balística tiene que ver en general con proyectiles
disparados por cañones o armas ligeras, pero también puede examinar el vuelo
libre de las bombas o de los cohetes.
El movimiento de un proyectil
desde el momento del disparo hasta su impacto en el blanco se divide en tres
fases distintas: balística interior, que estudia el movimiento del proyectil
mientras se encuentra dentro del cañón; balística exterior, que considera el
movimiento del proyectil desde el momento en que abandona el cañón hasta que
alcanza el blanco, y balística terminal, que analiza el efecto del proyectil
sobre el blanco.
Por ello mismo relacionando
con el tipo de violencia a nivel escala se determina que los sucesos
tendenciosos a cometer un asesinato una herida por el arma de fuego es
denominado coactivo, los hechos varían depende el tipo de impacto por ellos se
clasificara el grado de tensión que tendrá este en materia.
3.- PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Definidamente el
objeto real de la materia es llevar acabo la demostración de experiencias por
la cual cada uno de nosotros vemos y seguimos viendo en la realidad actual, por
lo siguiente el planteamiento intelectual del problema es saber a qué rasgos se
puede entender luego explicar lo que las personas como lo llaman a hacer actos
inequívocos de forma des-natural, cada uno de los factores también influyen en
el medio que nos centramos, por ello mismo indicaremos el desarrollo del tema
en el siguiente marco.
4.- DEFINICION
Tenido como objetivo estudiar
la dinámica y el impacto de las armas de fuego, así como también
generar información que permita orientar las políticas y las acciones para
reducir y controlar las armas de fuego y su impacto sobre la violencia en El
Salvador. Para ello, se parte del hecho de que aunque no constituyen el factor
más importante de la violencia, sí juegan un papel fundamental en la prevalencia,
en la magnitud y en la letalidad de la misma. El estudio se realizó intentando
examinar los factores más relevantes que intervienen en esa dinámica, desde las
causas que llevan a que la gente quiera armarse hasta los que intervienen
en la manera en que la gente utiliza las armas de fuego. Para ello se
acudió a la utilización de diversas metodologías parare unir
la información.
5.- MARCO TEORICO
Gobierno Local y prevención de
la violencia: algunos conceptos necesarios para iniciar del tema Los temas de
seguridad ciudadana y prevención de la violencia generada por las armas de
fuego, no son nuevos para la FES, la importancia en el tratamiento de ambos
temas, ha radicado en la necesidad de buscar el bienestar de la población y de
construir sociedades democráticas modernas, honestas, eficientes y que ante
todo, que miren en sus políticas, siempre al ciudadano en el centro. La
delimitación de conceptos, como la definición de sus relaciones con la
seguridad, son tareas cuya solución dista de ser evidente. Será por esto que la
reflexión sobre la seguridad ciudadana ha partido casi siempre de supuestos no
explicitados y conceptos sobreentendidos.
6.-
INSEGURIDAD Y VIOLENCIA LA SOCIEDAD MODERNA.
Cada vez más compleja ha inducido a la
formulación de varios conceptos de seguridad ciudadana y de ellos, interesan
para este estudio, los que sean de utilidad en la formulación de políticas
municipales y el planteamiento de un abordaje al problema de la violencia
generada por las armas de fuego. 14 El ser humano por naturaleza propia tiende
a buscar estados de seguridad a lo largo de su vida, sin embargo algunos
fenómenos de las sociedades como el desempleo, la marginación, las
desigualdades, amparadas a las (in) acciones del Estado como la ausencia de una
política de Estado en materia de seguridad que incluya a los Gobiernos Locales
como sujetos de políticas públicas y no como objetos de éstas, y la
permisividad con controles inocuos para que un individuo pueda portar un arma
de fuego10, en el mejor de los casos y solo por citar un ejemplo, generan
problemas de convivencia entre los individuos que se ven traducidos en
manifestaciones violentas. La seguridad y la prevención de la violencia armada
para la Fundación Ebert, es un proceso social de comprensión multidisciplinaria
e intervención multisectorial que tiene como propósito reducir el riesgo y el
temor de la población frente a los hechos que le afectan directamente la
convivencialidad. Aunque reconoce la necesidad de adoptar medidas disuasivas y
reactivas contra el delito y la violencia –mediadas por controles democráticos-
privilegia el fortalecimiento de la cohesión social por sobre la autodefensa y
la sospecha.
La violencia es por mucho un
grave problema de salud pública y la propia definición de (in) seguridad
ciudadana entiende que es una condición personal, objetiva y subjetiva, de
encontrarse libre de violencia o amenaza de violencia o despojo intencional por
parte de otro. El concepto de violencia denota el uso o amenaza del uso de la
fuerza física o psicológica con el fin de causar daño o doblegar la voluntad.
Las diferentes formas de violencia que se definen en el núcleo principal de los
derechos, empezando por el derecho a la vida y a la integridad personal,
comprometen seria y directamente con una intensidad particular, la propia
esencia de los derechos. 12 La Organización Mundial de la Salud –OMS– define
violencia armada como el uso intencional de un arma de fuego, ya sea de hecho o
como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad y que cause
lesiones, muerte, daños o trastornos del desarrollo.
La violencia, es un impulsor
de actitudes autoritarias y excluyentes que incluso puede poner en duda la
validez de un sistema democrático. Algunas investigaciones han comprobado el
carácter inercial del aumento de la violencia. La violencia actual genera un
potencial ascendente de violencia futura constituyéndose una espiral de la que
desconoce dónde termina. Por ello, son necesarias las políticas a largo plazo
en el entendido que deben empezar a implementarse inmediatamente. El fenómeno
delincuencial armado y por consiguiente, la violencia generada, uno de los
problemas antes aludido, es una de las principales fuentes de preocupación para
los ciudadanos, lo que por demás, debe ser objeto de análisis desde lo Local,
proponiendo desde algún grado, su abordaje.
7.-
LA VIOLENCIA GENERADA POR ARMAS DE FUEGO
La violencia generada por las
armas de fuego como un componente de la inseguridad ciudadana es una situación
de hecho y objetiva que se puede comprobar en el incremento de diversas
manifestaciones de delincuencia, pero que también encuentra fundamento en un
estado de opinión generalizado, difundido a través de vecinos, amigos o los
mismos medios de comunicación. La violencia generada por las armas de fuego, se
tornó en un asunto público, de interés en la agenda de discusión municipal,
cuando sus consecuencias impactaron de manera directa en los municipios, en la
economía local y en la tranquilidad de las comunidades. La prevención de estas
manifestaciones de la violencia, es un asunto público que debe tratarse también
desde el ámbito local, porque trata de maximizar el bienestar social de los
contribuyentes. En el caso del control de las armas de fuego, existe una
responsabilidad del Estado como un todo, de dificultar la tenencia de ellas,
puesto que la proliferación de armas de fuego, está asociada al crecimiento de
la delincuencia y de la violencia en todas sus manifestaciones.
Cuando se habla de violencia
por armas de fuego, normalmente la persona refiere a asaltos violentos o
eventos policiales que son transmitidos por las noticias siendo los hechos que
principalmente connotan la violencia armada sin embargo, tal y como puede
notarse en el cuadro anterior, en todas las manifestaciones generales de la
violencia, existe una presencia potencial de armas de fuego, sean suicidios,
violencia doméstica o bien, delincuencia común y claro está además, la
accidentabilidad con un arma principalmente de las llamadas cortas, por
irresponsabilidad, negligencia, impericia o imprudencia.
La autoridad del Estado y el
Municipio El cuerpo del Estado –el gobierno–, es el único grupo de personas que
tiene el derecho a tomar las decisiones que todos en el Estado tienen el deber
de aceptar y obedecer. Hay muchos grupos de personas que tienen poder sobre
otras, en el sentido de que pueden forzar a hacer lo que deseen, pero el
gobierno tiene un tipo de poder diferente que se llama autoridad. La autoridad
es el poder en un acuerdo general en el sentido de que una persona o grupo
tiene el derecho de emitir cierto tipo de órdenes mientras que otra persona o
grupo está en la obligación de acatarlas. Si una persona deja de obedecer a la
autoridad, se considera una falla desde el punto de vista social en virtud de
que la autoridad en sí misma está basada en la aceptación general. Varios
individuos en una sociedad tienen tipos limitados de autoridad que se extienden
sobre rangos específicos de conducta. Un Gobierno Local, es único en la
sociedad, porque todo su poder implicar autoridad, y al menos potencialmente,
no hay límite para el rango de actividades sobre el que puede ejercer su
autoridad, siempre que así lo diga la Ley, lo que sin duda alguna, converge en
un fenómeno local muy especial y en el sentido de que, las Municipalidades,
siempre pueden hacer más.
La autoridad es un tipo muy
eficiente de poder y puede ser respaldada en casos extremos con la amenaza o la
concreción de la coacción, tal y como se evidencia en muchos acciones
relacionadas a la seguridad de los ciudadanos. Por lo general, las personas
obedecen a la autoridad del Estado, debido a que las acciones contra la
autoridad por definición son conductas ilegales y por consiguiente acreedoras
de algún tipo de sanción. En el caso de los Gobiernos Locales, lo esencial es
su capacidad para funcionar de manera efectiva organizando con autoridad –no
necesariamente coercitiva- la vida de su pueblo, es decir, la Municipalidad
debe asumir el reto de generar dentro de su ámbito, autoridades de otros tipos
como: autoridad moral, autoridad social, autoridad organizativa, entre otras.
Uno de los mayores retos para la democracia costarricense, es precisamente
potencializar esa capacidad local para que la Institución, fortalezca esa
autoridad y esa credibilidad de cara a los administrados. Entre otros temas, de
competencia propia a las Municipalidades, la seguridad ciudadana y la
prevención de las formas de la violencia, son quizá, las tareas que brindarán
más credibilidad en una población sobre la verdadera capacidad de su Gobierno
Municipal. Las políticas públicas locales que en materia de seguridad ciudadana
y prevención de la violencia, han desarrollado las Municipalidades en Costa
Rica –en términos generales- han sido exiguas. El análisis de estas políticas,
ha permitido referenciarnos a la necesidad de que en el acto de gobernar, los
alcaldes y miembros de los Concejos Municipales, incorporen entonces propuestas
novedosas en el tema. 20 La política es una cosa pública y no hay una política
pública perfecta, por lo que en la búsqueda de la solución de problemas
públicos como la prevención de la violencia y especialmente la generada por
armas de fuego, debe plantearse una solución interinstitucional e
interdisciplinaria. Política Local, se refiere también al proceso decisional
del Municipio, al diseño de soluciones locales y a la evaluación local de las
medidas gubernamentales, en un ejercicio que por demás implica necesariamente
rescatar lo mejor del liderazgo local. Las Municipalidades, deben por
naturaleza propia proponer nuevas y mejores soluciones a problemas locales,
empezando con muchos de ellos, por la inclusión de éstos nuevos temas en los
debates y discusiones dentro de su agenda política local, advirtiendo sin que
ello implique, que deba convertirse en su prioridad, pues se trata que ante
problemas que impactan a la comunidad, las Municipalidades propongan auxilios y
colaboraciones prácticas a las Instituciones Nacionales, que por competencias
legales, ya son rectoras de temas como el control de las armas de fuego y la
mitigación del impacto que genera la violencia con ellas.
En Bolivia
El
reglamento de la Ley 400 de Control de Armas de Fuego, Municiones y Explosivo
fija cuatro tipos de licencias para que civiles porten armas de fuego:
individual, de uso deportivo, para fines de caza y de colección. Estas
licencias serán individuales e intransferibles. El reglamento establece que se
creará un registro general de armas de fuego, a cargo del Ministerio de
Defensa, que permitirá la clasificación de uso militar, que estará a cargo de
las Fuerzas Armadas, como la de uso policial y civil el registro estará a cargo
de la Policía Boliviana.
El
registro obligatorio. El experto en seguridad ciudadana, Rolando Fernández,
resaltó que la restricción y control de armas de fuego se utiliza en países
vecinos como Colombia y Brasil; con esto se busca reducir los índices de
violencia. "Los mismos guardias de seguridad en los barrios no tienen
permiso de portar armas, siendo que están a cargo de la seguridad de muchas
personas, entonces considero que la restricción es una medida acertada porque
no cualquier civil puede portar estos equipos que son letales",
puntualizó. Además, en el reglamento se establece el procedimiento para la
adquisición de municiones de armas de fuego, explosivos. De acuerdo con dicha
norma, toda persona que requiera trasladarse dentro el territorio boliviano por
vía aérea, terrestre, fluvial o lacustre portando su arma de fuego, tiene la
obligación de llevar su licencia y matrícula del arma. En declaraciones
anteriores, el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, precisó que con la Ley 400
se creará un comité de lucha contra el tráfico ilícito de armas de fuego y
explosivos, que lo conformarán el Ministerio de Defensa, de Gobierno y la
Fiscalía General del Estado.
La importancia de la
prevención de la violencia armada en la política local El nivel local es el
lugar propicio para el fortalecimiento de la prevención de la violencia armada
dada la cercanía entre autoridades y comunidades ya que la expresión de la
inseguridad se da casi siempre también en un contexto local y por ello son las
autoridades municipales las primeras llamadas, por la sociedad civil, a
responsabilizarse del asunto, y tomar medidas para evitar su repetición. En
este contexto es importante que la Alcaldía y el Concejo definan y prioricen
políticas de seguridad y prevención de la violencia y fortalezcan la
coordinación y cooperación con otras instituciones públicas encargadas del
tema.
La generación de un debate
local para responder a la pregunta ¿Cómo abordar este problema?, debe estimar
el volumen de armas de fuego que hay en Costa Rica y otros datos de interés
sobre las armas de fuego:
Para el año 2005, se calculaba
que el 5% de la población costarricense tiene al menos 1 arma de fuego, eso
sumaría según datos aproximados: más de 200 mil armas en la calle. Datos del
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo - PNUD - del año 1998
indicaban que el 8,3% de la población estaba armada y ese mismo año, la
Organización Panamericana de la Salud – OPS - estimaba que dentro del Gran Área
Metropolitana al menos un 11,2% de la población, había adquirido un arma de
fuego. La última encuesta realizada por el PNUD en el año 2006, ubica esa cifra
en el 6,4 % de la población, lo que evidencia en todas las fuentes, una
tendencia progresiva al aumento de la tenencia de armas de fuego por parte de
los costarricenses.
• Entre quienes dicen poseer
al menos un arma de fuego, el 78% son hombres y el 22% son mujeres.
• Un alto porcentaje de esas
personas armadas, son jóvenes entre 25 y 35 años, representando el 41.5% de la
población armada. Además, un alto porcentaje de este grupo, tiene altos
ingresos económicos. Estadísticamente, se traduce como el grupo poblacional que
se siente mayormente vulnerable a ser víctimas de la delincuencia y que
estarían dispuestos a utilizarla en caso de creer necesitarla.
• Según el Organismo de
Investigación Judicial, el 60% de los homicidios anuales en Costa Rica están
cometidos por armas de fuego.
Datos estadísticos advierten
que quien posee un arma de fuego, aumenta en más de 2,7 veces el riesgo de
muerte violenta para los integrantes de su propio hogar.
• En las denuncias por casos
de violencia doméstica, hay una fuerte presencia de amenazas a la vida producto
de la tenencia de armas de fuego en el hogar.
• Se calcula actualmente que
el Departamento de Armas y Explosivos del Ministerio de Seguridad registra 90
mil armas de fuego legalmente inscritas entre los años 1989 y 2006.
• El 65% de esas armas están
en manos de personas físicas y el 35% en manos de empresas, aunque no
necesariamente su actividad productiva sea la de la prestación de servicios de
seguridad.
• Del total de permisos para
portar armas de fuego, que ha tramitado el Departamento de Control de Armas y
Explosivos del Ministerio de Seguridad Pública, únicamente el 37% corresponden
a funcionarios encargados de hacer Ley. (Policías)
• Aunque un 92% de la
población está de acuerdo en que un arma de fuego es peligrosa porque pude
causar accidentes a personas inocentes o familiares, prácticamente 1 de cada 2
costarricenses, piensan que son necesarias para protegerse contra el crimen.
• Según los estudios, quienes
han sido víctimas de la violencia poseen más armas de fuego en el hogar que
quienes no lo fueron, pues el temor induce a la tenencia.
• Actualmente, se calcula que
el 54% de quienes tienen un arma de fuego la adquirieron en una tienda de
armas, el 17,7% se la compró a un amigo, al 9,7% se la regalaron y el 7,1 la obtuvo
ilegalmente.
• El 38% de la población
armada afirma no tener el permiso de portación de armas que exige la Ley.
Los desafíos de la prevención
de la violencia armada: una mirada al contexto internacional La violencia
generada por las armas de fuego es una verdadera pandemia y en otras latitudes,
las acciones gubernamentales han sido lideradas desde lo Local, pues al igual
que otros fenómenos, las consecuencias repercuten en muchas otras áreas de la
misma sociedad y la problemática no es exclusiva de una sola institución,
ciudad o país. En el contexto internacional, uno de los principales detonadores
del temor ciudadano, la pérdida de la tranquilidad social y la inseguridad
general de los pueblos, ha sido el de la portación de armas de fuego por parte
de los ciudadanos. Diversos estudios de múltiples agencias de la Organización
de las Naciones Unidas han comprobado que en los países de la región, las tasas
de homicidios crecen en relación directa con el número de muertes producidas
por armas de fuego. La permisividad que la sociedad cede a los individuos 37
produce que el Estado reduzca su capacidad de control sobre éstos y los
delitos, y que le transfiera de manera incorrecta a los ciudadanos, una parte
del monopolio del uso legítimo de la fuerza.
8.- MARCO HISTORICO
Algunos datos para recordar en
la historia Instar hoy a los Gobiernos Locales para que se posesionen en el
tema de la seguridad y la prevención de la violencia, en especial la generada
por las armas de fuego, no es nuevo. La historia dicta que de manera oscilante,
en términos generales, los Gobiernos Municipales de Costa Rica han desarrollado
algunos planes de seguridad local desde la misma época colonial. 21 “…Se
atribuían a las policías locales las funciones naturales y constitutivas de toda
policía, recogiéndose, entre otras, la ordenación, señalización y dirección del
tráfico urbano, añadiendo la de vigilancia y protección de personas y bienes de
carácter local. Sin embargo, el Estado Costarricense atentó contra la
organización municipal en tiempos del expresidente Braulio Carrillo, cuando
paulatinamente fue suprimida la organización municipal, fortaleciendo el poder
central del Estado y por consiguiente, absorbiendo desde el centralismo público
todas las funciones, potestades y competencias que en materia de seguridad
podían estar desarrollando las Municipalidades.”
Al devolverle al Estado, sus
competencias policiales, las Municipalidades entregaron también, sin que así
les fuera expresamente indicado, las iniciativas tendientes a atender las
manifestaciones de violencia. De interés para esta propuesta, se resalta que en
las últimas décadas, cada vez con mayor preocupación, hay un giro evidente del
Estado Central, quien tiende a recurrir a los Gobiernos Locales en la búsqueda
y para el apoyo a las soluciones que por muchos años, sin ser del todo incapaz
para resolver, sus esfuerzos han sido todavía insuficientes para -entre otros-
mejorar la calidad de nuestra seguridad ciudadana y la convivencia pacífica de
las personas.
Las potencialidades de los
Gobiernos Locales para generar cambio e involucrarse en la prevención de la
violencia son claras, puesto que en Costa Rica, la legislación le otorga a las
autoridades municipales un marco competencial de amplias posibilidades de
actuación.
Ello es entendible solo cuando
los líderes locales:
• Conocen mejor que ninguna
otra autoridad política la problemática cantonal.
• Están preparados para rendir
cuentas sobre resultados
• Logran democratizar los
procesos locales y de forma participativa analizan los problemas, asumiendo
responsabilidades.
9.- CAUSA DE LOS HECHOS
Horribles episodios de
violencia cometida con armas de fuego nos han forzado a enfrentar estos
indisputables hechos. Este es el momento para que nuestras medidas para el
control de las armas de fuego se enfoquen en abordar la abrumadora violencia
causada con armas de fuego en nuestras ciudades. En todo el país, la
proliferación de armas de fuego es un problema creciente y los legisladores
deben poner fin a los campos de ejecución en los que muchas de nuestras
comunidades se han convertido.
Debemos de aprovechar esta
oportunidad y abordar las causas de la violencia cometida por jóvenes
pertenecientes a grupos minoritarios. Para resaltar la devastación de esta
violencia, es necesario revisar la información recopilada por el Fondo para la
Defensa de los Niños. Según el informe, entre 1979 y el 2009, 116,385 niños
murieron a causa de la violencia cometida por armas de fuego.
Extrapolando a las cifras del
2015, los estadounidenses han presenciado y permitido que más de 134,000 niños
mueran a causa de la violencia cometida por armas de fuego, 47% de estos niños
eran afroamericanos.
10.- CLASIFICACION
10.1.-ROBO
AGRABADO.- Añadir agravado a los
cargos de robo lo hace automáticamente un delito grave y castigable de tres
hasta quince años de cárcel, en Estados Unidos. Se convertirá en parte del
registro permanente de una persona, haciendo difícil que consiga un trabajo o
un préstamo bancario. La prueba del acusador puede ser más difícil para los
acusados, pero también garantiza un tiempo adicional en la cárcel, más que otro
cargo estándar de robo.
El robo
agravado es una ofensa seria y seguirá a una persona por toda su vida. Puede
ser muy importante que la persona busque, en el mejor de sus intereses, una
petición de perdón con el acusador para reducir la condena a un cargo mínimo a
cambio de una acusación de culpa.
10.2.- TENTATIVA DE HOMICIDIO.- El homicidio admite las formas imperfectas,
llamadas homicidio en grado de tentativa, de tentativa acabada e inacabada.
No obstante, su distinción en la práctica puede resultar complicada,
precisamente por la dificultad de determinar en qué momento se ha recorrido ya
el iter criminis.
¿Un disparo que no alcanza el blanco, y no reiterado, es una tentativa acabada
o inacabada? La cuestión ha dado lugar a una casuística jurisprudencial, no
exenta de contradicciones.
En ocasiones, en la práctica,
resulta problemática la distinción entre un homicidio intentado u homicidio en
grado de tentativa y unas lesiones consumadas. El homicidio intentado produce
lesiones en el sujeto pasivo (salvo que no le alcance), por lo que en ambos
casos la realidad objetiva es idéntica. La distinción desde el punto de vista
del derecho positivo es sencilla: en uno y otro caso existe distinto dolo. En
el homicidio intentado el sujeto activo actúa con ánimo de matar (animus
necandi), mientras que en el delito de lesiones se
encuentra excluida de ésta intención, el sujeto actúa con ánimo de lesionar
(animus laedendi). La distinción, pues, se encuentra en el dolo del autor y la
forma de aprehenderlo es acudiendo a una serie de circunstancias objetivas cuya
conjunción pueda revelárnoslo por vía indirecta.
10.3.- HOMICIDIO.- Considerado uno de los delitos más graves
que puede cometer el ser humano, el homicidio se basa en el asesinato de una
persona a manos de otra. Tanto las causas como las razones del por qué un homicidio
se lleva a cabo pueden ser extremadamente variadas y es aquí donde la ley
establece diferentes tipos de penas y castigos dependiendo de cada caso en
particular.
Proveniente del latín, el término homicidio significa "matar a un ser
humano" (homo: hombre; caedere: matar). Un homicidio siempre implica el
uso de violencia y los métodos para realizar tal tarea pueden variar, aunque
por lo general suelen verse determinados patrones de metodologías de acuerdo a
la situación en la cual se da el crimen (por lo general, y a muy grandes
rasgos, los homicidios pasionales se resuelven con armas blancas mientras que
los que son consecuencia de robo o asalto se realizan a través de armas de
fuego).
10.4.-
SUICIDIO.- EL suicidio supone quitarse
voluntariamente la vida. Se
trata de un término que proviene de dos vocablos latinos y una traducción
aproximada podría ser matarse a sí mismo. Diversas estadísticas ubican el
suicidio como la cuarta causa de muerte más frecuente en todo el
mundo, con más de 9.000 intentos diarios.
Entre las conductas que pueden
ser un indicador de un suicidio inminente, aparecen los deseos de muerte (con frases como “mi vida ya no
tiene sentido” o “no encuentro un motivo para vivir”), la incapacidad
de descargar las angustias, el agotamiento de la vida social, el comportamiento
impulsivo y la introversión acentuada.
Algunos de estos síntomas, por otro lado, son
claramente opuestos entre sí, como la impulsividad y la introversión, que
muchas veces corresponden a personalidades muy diferentes. El primer caso suele asociarse a personas de carácter fuerte
y aparente seguridad en sí mismas, mientras que el segundo es típico de quienes
sienten que no son dignos de la atención o el cariño de los demás. Analizando
profundamente a una persona, todas estas suposiciones pierden peso, ya que se
alcanza un nivel de complejidad que siempre termina llevándonos al mismo punto.
10.5.-ASOCIACION DELICTUOSA.- La
asociación delictuosa. Es la forma más primitiva de delincuencia
organizada, este concepto debe ser entendido como una simple conjugación
de personas. Históricamente podemos hablar también de factores que quizá fueron
los detonantes para que surgieran las asociaciones delictuosas, la guerra
entre pueblos acomodo las condiciones adecuadas, tales como la violencia,
la ausencia de normas y orden y sobre todo el querer imponer una ley más
fuerte.
Gracias
a que existían estas condiciones los bandoleros y rebeldes empezaron
a robar, saquear, violar y matar para beneficio propio.
En
entonces que cuando estos grupos delictivos empezaron a organizarse
de manera más estructurada y con otros planes como, empezar la esclavitud
y delitos de esa magnitud que dejaron de ser solo asociaciones delictuosas.
Desde 1931 la legislación penal sustantiva ha contenido un capítulo
especial acerca de las asociaciones delictuosas. Este capítulo se ha
ubicado dentro del título cuarto correspondiente a los delitos contra la
seguridad pública. Este precepto ha sido modificado en tres ocasiones:
1989, 1994 y 1999. La primera cambió la redacción del tipo, aumentó la
sanción aplicable y adiciona una agravante en razón de la calidad del sujeto
activo. En 1994 se contempló otra hipótesis para agravar la sanción, y en
1999, se incrementó la pena aplicable al La asociación delictuosa se puede
encontrar en el código penal federal y también en el código de los estados
de la República.
Se
define como delitos de la asociación delictuosa a todos los delitos que
no estén reservados a las leyes que son para la delincuencia organizada.
Para denominar a un grupo como asociación delictuosa debe estar integrado
por tres o más miembros deben estar organizados de tal manera que,
exista jerarquías entre ellos y se reconozca a alguien como el líder o
autoridad en la banda. Este grupo debe estar formado con el propósito de
cometer delitos, y se sujetan a las decisiones del jefe.
En
estas asociaciones delictuosas los miembros de estos grupos
presentan ciertas características de permanencia y estabilidad, ya que
esta manera de comportarse para ellos constituye su forma de vida.
10.6.- ASESINATO.- Homicidio cometido
con premeditación o asechanza. El asesinato es
un delito contra
el bien jurídico de la vida de una persona física, de
carácter muy específico, que consiste en matara una
persona incurriendo en ciertas circunstancias agravantes,
tales como la alevosía, la premeditación,
se trata de un delito que está castigado por la ley y en algunos países con la
pena de muerte.
Desde un punto de vista legal, el asesinato es una modalidad de homicidio, ya
que incorpora una serie de rasgos específicos: la planificación o premeditación
del crimen, el ensañamiento con la víctima
y algún tipo de motivación por parte del asesino.
Al margen de la consideración jurídica sobre lo que es un asesinato, hay un
acuerdo general en la sociedad en
relación con la repulsa de esta acción. Se considera que se trata de un comportamiento
inhumano, injustificado, inmoral e ilegal.
10.7.-TENTATIVA DE ASESINATO.- no
toda ejecución inicial de delito – o falta en algunos casos – llega a la
consumación del asesinato, Hay tentativa
de asesinato cuando el sujeto da principio a la ejecución del
delito directamente por hechos exteriores, practicando todos o parte de los
actos que objetivamente deberían producir el resultado, y sin
embargo éste no se produce por causas independientes de la voluntad del
autor.
10.8.-
TENTAIVA DE SUICIDIO.- se habla de tentativa de suicidio.
Algunos también utilizan el término suicidio frustrado para aquellos casos en
que, con toda seguridad, se hubiese producido la muerte de no haber intervenido
circunstancias totalmente imprevistas e insospechables para aquel que intentaba
suicidarse, como es, por ejemplo, que, estando ya inconsciente, reciba la
visita inesperada de un amigo que lo traslada urgentemente a un centro
hospitalario.
La tentativa de suicidio (TS)
es un problema grave de salud pública que comprende cuestiones características
de la adolescencia: la importancia de pasar al acto y de la impulsividad, la
cuestión de la muerte (y, por tanto, del sentido de la vida), la depresión, la
agresividad dirigida hacia sí mismo, el ataque al propio cuerpo y al marco
familiar, etc. La frecuencia del suicidio, que afecta principalmente al sexo
masculino, tiende a disminuir, mientras que la frecuencia de las TS aumenta de
forma regular en las chicas; los factores que contribuyen a dicho aumento son a
la vez individuales, familiares y sociales. Pero siempre se observa, en
asociación con los factores de riesgo, una vulnerabilidad psíquica; ésta se
concreta a través de un raptus suicida, que en la adolescencia se caracteriza
por el riesgo de recidiva. El presente artículo propone una síntesis de los
factores de riesgo de TS y de recidiva característicos de la adolescencia,
aborda diversas medidas de prevención, las formas de atención tras una TS y las
múltiples estrategias terapéuticas. El riesgo de recidiva domina la cuestión de
las TS en la adolescencia, por lo que, después de cualquier TS y antes de
proponer un tratamiento, es indispensable un protocolo de evaluación rigurosamente
definido.
11.- CONCLUSION
Primera: El punto de partida
que debe quedar claro es que la prerrogativa de poseer y portar armas de fuego
para la legítima defensa y la seguridad de las personas es un derecho humano
previsto en el artículo 10 de la Constitución vigente y forma parte del texto
de la Carta Magna desde su antecesora de 1857. No surge como adición o reforma
constitucional de lo que se denomina el Poder de Reforma de la Constitución o
Constituyente Permanente, sino que forma parte del texto inicial de ambas
constituciones, de modo que no hay duda alguna de la voluntad de! Poder
Constituyente; (es decir, de la voluntad política original y soberana que no
está sometido a una Constitución previa siguiendo a Sieyés1XS traducida en un
conjunto de normas jurídicas fundamentales que dan vida al Estado mexicano,
tanto en su versión liberal del siglo XIX como en su acepción liberal-social
del siglo XX), de su intención de que integrara la parte dogmática o
teleológica; (es decir, de los fines o propósitos que la animan) de la Constitución
hasta nuestros días.